La economía catalana, en datos

En el transcurso de 2023, el incremento del VAB es resultado de la moderación del avance de los servicios (3,1%, por debajo del 9,5% de 2022), una fuerte recuperación de la industria (3,5%, un registro mucho mejor que el -1,6% de 2022), un moderado aumento de la construcción (un 1,8%, lejos del 5,4% de 2022) y la severa caída del VAB del primario (-17,6%), por los efectos de la sequía y la alza de precios de materias primas y la energía.

Estos resultados permitieron que, finalmente, la actividad económica fuese más elevada, por primera vez, que en los años anteriores a la pandemia de la covid: el PIB y el VAB superaban, en un 2,6% y en un 2,7% respectivamente, los logrados en 2019, aunque no todos los sectores lo consiguieron. Esta mejora final ha sido muy superior en el ámbito ocupacional: los 3,6 millones de afiliados a la Seguridad Social alcanzados en 2023 superaban ya en un 7,2% a los de 2019.

Asimismo, se han confirmado cambios estructurales en la economía catalana con notables consecuencias sobre la dinámica económica de los diferentes territorios. Uno de ellos es el de la continuidad de la creciente terciarización de la economía catalana, que había experimentado un fuerte empuje con la crisis financiera y que, en el ciclo pandémico, se ha reforzado.